Todas estas preguntas, que tienen todo el sentido del mundo, han hecho que muchos renunciéis a la idea de una alfombra en vuestra cocina pensando en que todo en ella serían inconvenientes ¡pero no!
No os habíais parado a pensar en las alfombras vinílicas y que estas solo traen buenísimas soluciones ¡Te lo contamos todo!
Alfombra vinílica Terrazo Candy
Lo primero, la limpieza y las alfombras vinílicas son amigas intimas. Con un trapo húmedo, fregona o robot de limpieza, tu alfombra vinílica quedará como nueva. De este modo si pones una alfombra vinílica en tu cocina protegerás el suelo original y no tendrás que temer a manchas imposibles.
Tu suelo también estará protegido de golpes y arañazos ya que nuestras alfombras amortiguaran el impacto y son de gran resistencia.
Además, nuestras alfombras son totalmente impermeables por lo que ninguna sustancia peligrosa calará en su tejido ¡No cunda el pánico! Ni aceites, ni vino, ni ningún tipo de salsa se quedará a vivir en tu alfombra.
Otro de los aspectos que nos tiran atrás en cuanto a poner un alfombra en nuestra cocina es que suele ser una zona de paso y con poco lugar para sujetar nuestra alfombra lo que puede llevar a tropezones o caídas. También tenemos solución para ello. Nuestras alfombras son antideslizantes por ambos lados. Esto hace que queden sujetas al suelo y evitan cualquier tipo de incidente.
¿Más información? Nuestras alfombras son aptas para interior y exterior, resistentes al fuego y aptas para suelo radiante, te protegerán del frío y el calor gracias a su aislante térmico. Por si fuera poco están fabricadas en España con material europeo.
No lo dudes, nuestras alfombras vinílicas son la mejor opción para tu cocina.