Si quieres preparar una mesa que te haga sonreír nada más verla y que siga las tendencias de este verano te contamos algunas claves. Lo primero que debes sabes es que verano es sinónimo de color. Saca de la vitrina esos vasos y copas demasiado coloridos que guardas en el invierno y ponlos junto a algunos toques de cristal incoloro para darle alegría a tu mesa.
Respecto a las vajillas, en verano puedes aunar a la mítica blanca alguna con estampado floral o de colores pastel. Aunque a nuestras madres les daría algo si lo vieran, a día de hoy lo más trendy es mezclar diferentes vajillas. Cada plato con un tamaño o forma diferente es lo que más se lleva.
La superposición de manteles también suma puntos. Contar con un básico de alta calidad como uno de lino en tonos neutros y jugar sobre el con caminos de mesa o manteles individuales con diseños veraniegos es un acierto seguro.
Por último no te olvides de poner algún detalle en el centro de la mesa ¿Qué tal pequeños jarrones con flores silvestres? Ir a buscarlas puedes ser toda una aventura y una excusa ideal para movernos antes de empezar la comida.