Sí hay algo que este año hemos perfeccionado ha sido la habilidad para hacer video llamadas. Este año han sido las protagonistas de cumpleaños, cafés para ponernos al día, reuniones de trabajo…
Con tanto vernos a través de la pantalla ha surgido una nueva necesidad deco que hasta ahora solo era dominio de los influencers: el rinconcito para enseñarnos a cámara.
Y no, no es que se nos haya subido la cámara a la cabeza ¡es que no queremos tener que enseñar a toda nuestra oficina la cama sin hacer o los platos sin fregar! Tener un rinconcito asignado a esa función te permite sentir que sigues manteniendo la privacidad de tu hogar y que no tienes que ir siempre preocupándote de que se verá detrás de ti.
¿Algunos trucos para convertirlo en perfecto?
- Que no haya puertas a tu espalda.
Ya sabes, por esas en las que de repente se cuela un niño pidiendo atención. Esas mejor déjatelas de frente, así podrás decidir tú que sale en la pantalla. Lo mejor es que tras de ti haya una pared
- Añade personalidad.
Sí, una pared pero no necesitas que sea cutre. Elige esa que tiene un bonito papel pintado o añade un conjunto de láminas para darle un toque extra y que no parezca que estás en la sala de espera de un hospital
- Ojito con la luz.
Lo ideal es que estés frente una ventana, lo menos recomendable del mundo que estés bajo un punto de luz. La luz cenital oscurecerá todo lo que no toca. Ten siempre a mano una luz de refuerzo para ponerla de frente.
Si quieres ser muy pro puedes apostar por un aro de luz, si no te sirve cualquier luz de sobremesa que ilumine bien tu belleza.
