¿Tendré que rebajar puertas?

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En la mayoría de los casos, no es necesario rebajar las puertas, ya que los suelos vinílicos Motif tienen un espesor de solo 2,4 mm, lo que permite que la puerta siga abriendo y cerrando con normalidad.
Sin embargo, si notas que la puerta roza o no se desliza con facilidad después de instalar el suelo, puedes rebajarla fácilmente en casa sin necesidad de contratar a un profesional.
¿Cómo rebajar una puerta de forma sencilla?


Comprueba cuánto necesitas rebajar


Cierra la puerta y desliza un papel o una cartulina debajo. Si no pasa con facilidad, mide la holgura necesaria para permitir el movimiento sin fricción.




Desmonta la puerta (si es necesario)


Algunas puertas se pueden rebajar sin desmontarlas, pero si necesitas mayor comodidad, quítala de las bisagras levantándola con cuidado. Puedes ayudarte de una palanca o destornillador plano.




Lija o corta la parte inferior


Para pequeños ajustes: Usa una lija de grano grueso o una lima para madera y desgasta poco a poco la parte inferior.


Si necesitas rebajar más: Utiliza un cepillo manual para madera o una sierra de calar con una hoja para cortes limpios.




Asegura un acabado limpio


Una vez alcanzada la altura deseada, pasa una lija de grano fino para suavizar los bordes y evitar astillas.


Si la puerta es pintada o barnizada, aplica un poco de barniz o pintura en el área rebajada para protegerla.




Vuelve a colocar la puerta


Asegúrate de que encaje correctamente y que se mueva sin dificultad.




Consejo extra:
Si prefieres no rebajar la puerta, puedes optar por instalar el suelo dejando un pequeño margen en el área de apertura, aunque esto dependerá de la estética y el ajuste que desees lograr.

Siguiendo estos pasos, puedes ajustar la puerta fácilmente sin herramientas profesionales y asegurarte de que el suelo vinílico Motif se integre perfectamente en tu hogar.

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En la mayoría de los casos, no es necesario rebajar las puertas, ya que los suelos vinílicos Motif tienen un espesor de solo 2,4 mm, lo que permite que la puerta siga abriendo y cerrando con normalidad.

Sin embargo, si notas que la puerta roza o no se desliza con facilidad después de instalar el suelo, puedes rebajarla fácilmente en casa sin necesidad de contratar a un profesional.

¿Cómo rebajar una puerta de forma sencilla?

1. Comprueba cuánto necesitas rebajar

   • Cierra la puerta y desliza un papel o una cartulina debajo. Si no pasa con facilidad, mide la holgura necesaria para permitir el movimiento sin fricción.

2. Desmonta la puerta (si es necesario)

   • Algunas puertas se pueden rebajar sin desmontarlas, pero si necesitas mayor comodidad, quítala de las bisagras levantándola con cuidado. Puedes ayudarte de una palanca o destornillador plano.

3. Lija o corta la parte inferior

   • Para pequeños ajustes: Usa una lija de grano grueso o una lima para madera y desgasta poco a poco la parte inferior.

   • Si necesitas rebajar más: Utiliza un cepillo manual para madera o una sierra de calar con una hoja para cortes limpios.

4. Asegura un acabado limpio

   • Una vez alcanzada la altura deseada, pasa una lija de grano fino para suavizar los bordes y evitar astillas.

   • Si la puerta es pintada o barnizada, aplica un poco de barniz o pintura en el área rebajada para protegerla.

5. Vuelve a colocar la puerta

   • Asegúrate de que encaje correctamente y que se mueva sin dificultad.

Consejo extra:

Si prefieres no rebajar la puerta, puedes optar por instalar el suelo dejando un pequeño margen en el área de apertura, aunque esto dependerá de la estética y el ajuste que desees lograr.

Siguiendo estos pasos, puedes ajustar la puerta fácilmente sin herramientas profesionales y asegurarte de que el suelo vinílico Motif se integre perfectamente en tu hogar.